La vida en tiempos de pandemia nos
empuja a pensar en las consecuencias en la salud, economía y política de personas,
organizaciones y Estados; el enfoque a través de los medios sociales acerca del
impacto en esos tres temas es el mismo y deviene en ese orden de importancia. Sin
embargo, la cobertura es escasísima a otros dos temas aún más importantes: tecnología
y ciencia, desde donde vendrán la cura en forma de vacunas, recetas económicas
y programas político-sociales. En ese contexto y en el escenario de los 45 días
recientes, desde que llegó la pandemia llegó a Perú, repasemos una profecía. La
profecía es esta: «Y también todos lo que quieren vivir piadosamente en Cristo
Jesús padecerán persecución» 2° Tim. 3:12.
«Y TAMBIÉN»
En los vv. 1 al 9 se explica lo que ocurrirá en «los postreros días».
En los v. 10 al 11 se relata lo que ya había ocurrido al apóstol
Pablo.
La expresión «Y también»
significa «asimismo» o «de la misma manera»; es decir, lo que se dirá a
continuación en los versículos siguientes es semejante a lo que ya se dijo en
los versículos previos.
«TODOS»
Esta palabra incluye a cada uno y se usa para expresar la no admisión
de excepciones.
Por ejemplo, en Luc. 12:7 Jesús
dice: «Pues aún los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis,
pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos». Cuando se refiere a los
cabellos se usa la palabra «todos» para expresar que no hay excepción de ni uno
de los cabellos y todos están contados; en cambio, cuando refiere a la multitud
no dice «todos vosotros» sino simplemente dice «vosotros» para exceptuar a
quienes cuyo valor no es comparable con el de los pajarillos. La palabra
«todos» también se usa en expresiones que tienen forma negativa (es decir, asociada
a la palabra «no»), como vemos en Juan 13:11 «Porque sabía quién le iba a entregar,
por eso dijo: No estáis limpios todos».
Expresión en forma afirmativa
Estáis limpios :
puede haber excepciones (alguno puede estar sucio).
Estáis
limpios todos : no hay excepciones
(ninguno está sucio).
Expresión en forma negativa
No (estáis limpios) :
no (puede haber excepciones)
No (estáis
limpios todos) : no (no hay excepciones) = hay excepciones.
«LOS QUE QUIEREN VIVIR»
Aquí hay dos verbos: querer y
vivir. Querer es la predisposición para estar en posesión de algo. Vivir es la
característica de los seres con capacidad de vida, es decir con autonomía, autorregulación,
autodesarrollo y reproducción. Querer vivir es la predisposición para poseer vida.
«PIADOSAMENTE»
La piedad es un misterio. 1° Tim. 3:16 enumera en qué consiste la
piedad:
1)
Dios fue manifestado en carne.
2) Justificado
en el Espíritu.
3) Visto
de los ángeles.
4) Predicado
a los gentiles.
5) Creído
en el mundo.
6)
Recibido arriba en gloria.
Estos seis puntos dicen por
separado y en conjunto lo mismo: Dios con nosotros y por tanto Emanuel
(Mat. 1:23). Toda piedad y justicia están en Dios (Isa. 30:18)
«VIVIR PIADOSAMENTE»
Piedad es el evangelio, es Jesús.
Al él se llega por la fe; y por la fe, no en forma personal sino su palabra
(Col. 3:16), él vive dentro del creyente (Efe. 3:17). Entonces, en el intento
de guardar la ley y no poder cumplirla, la ley conduce al creyente a los pies
de Jesús (Gál. 3:24), en quien encuentra justicia y piedad. Vivir piadosamente
significa andar como Jesús anduvo. «Por fe andamos, no por vista» significa que
andamos con nuestro mejor comportamiento (esto es vista, lo que es visible a la
gente) pero ese andar en parte defecto y en parte regenerado, en parte carne y
en parte espíritu, que hace el mal que no quiere y no hace el bien que sí
quiere, tenido por justo en el cielo (2° Tes. 1:5) y aún pecador en la tierra
(Ecle. 7:20), es un andar «puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de
la fe» Heb. 12:2. Vivir piadosamente es andar como Jesús anduvo.
«PERSECUCIÓN»
Perseguir es seguir intensamente a
alguien con el propósito de impedirle continuar con lo que hace. Por ejemplo: la
persecución realizada por el apóstol Pablo contra la Iglesia de Cristo, cuando
militaba en el judaísmo, terminaba con personas apresadas, encarceladas y
muertas (Hech. 22:4). Asimismo, los judíos perseguían a Jesús para matarlo
(Juan 5:16). Para cumplirse en los tiempos del fin, Luc. 21:12 habla de
persecución y Mat. 24 habla de tribulación y muerte. Mat. 24:9 habla de una
tribulación y Mat. 24:21 habla de otra a la que llama «gran tribulación», la
misma que se menciona en Mat. 24:29 y Dan. 12:1.
ESTA PANDEMIA
La pandemia de nuestros días nos está
dejando ver que los países que mejor la combaten, primero identifican al virus,
segundo, la facilidad y velocidad de contagio, al vector y al huésped, y tercero
usan la tecnología disponible en el vector y el huésped. Principalmente tres
grupos de tecnologías: 1) relacionadas a asuntos generales tales como:
ubicación, identificación individual y condiciones personales; 2) transmisiones
inalámbricas; y 3) procesamiento de grandes volúmenes de datos. Con esta misma
tecnología hoy ya se puede perseguir a personas en particular y a grupos de
personas en general. Entonces, solo falta la orden y quienes vivan como Jesús
anduvo pueden ser puestos a disposición de la autoridad civil. Una idea de cuán
ubicables somos ahora: 1) En este momento escribo desde una laptop y por Internet
se indica exactamente dónde estoy, 2) a mi lado tengo un celular con salida
propia y todas mis comunicaciones, incluido la información que he borrado
(llamadas telefónicas, interacciones en redes sociales, teletrabajo), y 3)
tengo en mi brazo izquierdo un reloj que monitorea mis actividades día y noche,
también con GPS, bluetooh y wifi, todo supuestamente con fines de medicina deportiva.
NO HAY PERSECUCION
¿Por qué no hay persecución para mi ni tribulación
por mis creencias religiosas, como los hermanos en otras partes del mundo?¿Será
que por no vivir piadosamente en Cristo Jesús no estoy ahorita mismo en el
grupo selecto de «todos» quienes sí están padeciendo persecución? «Vendrá el
Señor de aquel siervo en día que este no espera, y a la hora que no sabe» Mat.
24:50.