El llamado «Jueves Santo» es un
día especial porque en aquel último jueves de la vida de nuestro Señor
Jesucristo, antes de su crucifixión, se cumplieron algunas profecías así como
se anunciaron otras, de estas una se iba a cumplir muy pronto y otra aún no se
ha cumplido a la fecha. Pensamos ¿para qué las cosas ocurrieron así, incluido tanto
dolor, sufrimiento extremo y muerte cruel? (aquí prestemos atención: POR QUÉ significa cuál es la razón, PARA QUÉ significa con qué propósito) Jesús
dijo para qué: «Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los
profetas». Mat. 26:56.
AQUEL DOMINGO EN LA PROFECÍA
El Jueves Santo es el quinto día
contado desde el domingo en que Jesús entró a Jerusalén por última vez antes de
su crucifixión. Ese día se cumplió lo que profetizó Zacarías. Solemos decir que
entró a Jerusalén montado en un pollino, lo cual es cierto, pero es incompleto.
La profecía
habla de dos animales: un pollino y de una asna, todo lo cual se
cumplió al pie de la letra.
«Alégrate mucho, hija de Sion; da
voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y
salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino
hijo de asna»
Zac. 9:9.
Los dos discípulos encargados por
Jesús de adelantarse fueron «y trajeron el asna y el pollino, y pusieron
sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima» Mat. 21:7.
La profecía de Zacarías dice «Alégrate mucho»
y cuando veía las películas alusivas a esos días suponía que la gente estaba
alegre; sin embargo, una lectura minuciosa de los evangelios nos deja ver que
esto también se cumplió al pie de la letra: «Cuando llegaban ya cerca de la
bajada del monto de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose,
comenzó a alabar a Dios a grandes voces por
todas las maravillas que habían visto» Luc. 19:37.
LA PASCUA DE AQUEL JUEVES
La pascua (Éxodo 12) no es un
profecía sino el recuerdo anual de la salida de Egipto («Y sacrificarás la
pascua a Jehová… no comerás con ella pan con levadura… para que todos los días
de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto» Deut.
16:2, 3). Jesús cumplió y comió la pascua y los panes sin levadura («Y los
discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua» Mat. 26:19). Aquel jueves Jesús dijo diversas profecías.
Primera profecía: se
cumplió
Jesús profetizó en plena
celebración de la pascua «Uno de vosotros me va a entregar» Mat. 26:21 y esa misma
noche habiendo salido Judas, regresó y se cumplió la profecía: «Entonces Jesús
le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al
Hijo del Hombre?» Luc. 22:48.
Segunda profecía: aún no se
cumple
«Desde ahora no beberé más de
este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el
reino de mi Padre» Mat. 26:29. Esta es una profecía especial: por un lado está
la orden de comer el pan y tomar la copa, la cual no es profecía (en el futuro)
sino el anuncio de un recuerdo (en el pasado), que es la muerte de Jesús, como
está escrito «Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta
copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga». Esta profecía no dice
de forma condicional «tal vez lo beba nuevo con vosotros» sino dice de forma
afirmativa: «aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi
Padre» Mat. 26:29». Esta profecía de hecho se cumplirá.
Tercera profecía: se
cumplió
«Todos
vosotros os
escandalizaréis de mi esta noche»
Mat. 26:31. Esta profecía se cumplió, de lo cual da cuenta Mat. 26:56, que
termina con el relato de algo espantoso: «Entonces todos
los discípulos, dejándole, huyeron». Aquí no hay ningún simbolismo: no
dice que los discípulos se fueron, primeramente dice «todos», no se quedó ni uno, y «huyeron», se corrieron.
Cuarta profecía: se cumplió
Esta profecía dice: «De cierto te
digo que esta noche, antes que el galle cante, me negarás tres veces» Mat.
26:31 y se cumplió esa misma noche: «Entonces Pedro se acordó de las palabras
de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces.
Y saliendo lloró amargamente» Mat. 26:75. No me llama la atención que esta
profecía se haya cumplido porque las profecías se cumplen; me conmueve que
Pedro lloró amargamente.
Quinta profecía: se cumplió
la primera parte, aún no se cumple la segunda parte
«Desde
ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios,
y viniendo en las nubes del cielo» Mat. 26:64. Del cumplimiento de la primera
parte de esta profecía se da cuenta en esta Palabra: «Pero Cristo, habiendo
ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios» Heb.
10:12. Su venida, esta vez en las nubes del cielo, aún no se ha cumplido.