INTRODUCCIÓN
¿Qué significa cumplir la voluntad de Dios, hacer las obras
de Dios y andar en sus caminos? Sin mirar la Biblia pienso que cumplir su
voluntad es hacer lo que Él quiere que yo haga; hacer sus obras es cumplir sus
órdenes; y andar en sus caminos es andar como Él manda. ¿Pero así responde la
Biblia a las mismas preguntas? Sí, así responde la Biblia. No hay ninguna diferencia
en el texto de las respuestas sino en el contenido de esas respuestas. Entonces,
la diferencia está en el fondo de las respuestas. De lo cual trata el presente comentario.
LAS OBRAS DE ADÁN Y
EVA
Dios ordenó a Adán y Eva que hagan obras en todos sentidos:
(1) unas obras en sentido afirmativo: fructifiquen y
multiplíquense, llenen la tierra y sojúzguenla, señoreen en aves, peces y
bestias, y coman toda planta que da semilla y todo árbol que da fruto y
semilla, Gén. 1:28,29
(2) y también en sentido negativo: del árbol de la ciencia
del bien y del mal no comerás, Gén. 2:17.
No hay registro bíblico que Adán y Eva hubieran incumplido
las obras de sentido afirmativo pero sí incumplieron la obra den sentido
negativo; es decir, hicieron lo que les dijo que no hagan.
Antes que Adán y Eva pequen estaban obligados a cumplir. En
el estado original de su creación eran libres para pecar o no pecar, tenían
capacidad para cumplir o no cumplir. Incluso, luego de haber pecado, podían
acceder a la vida eterna, hasta que los sacó del huerto de Edén.
«Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de
nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que
no alargue su mano, y tome también del árbol
de la vida, y coma, y viva para siempre.
Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para
que labrase la tierra de que fue tomado» Gén. 3:22-23. De esta manera, Adán y Eva ya
no tienen acceso al camino del árbol de la vida, para guardar lo
cual el Señor puso querubines al oriente del huerto de Edén. (Gén. 3:24). Entonces,
cambió la capacidad del ser humano de acceder a la vida eterna y muere, pero la
ley de Dios no cambió y permanece vigente.
Luego, la Biblia explica dos cosas: (1) cómo se pasa de
muerte a vida, y (2) cómo se sabe que hemos pasado de muerte a vida.
CÓMO SE PASA
DE MUERTE A VIDA
«De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree
al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida» Juan 5:24.
La realidad del cristiano de tener la vida eterna no
consisten en que los demonios se le sujeten, pisotee serpientes y escorpiones y
toda fuerza del enemigo sino que su nombre esté escrito en los cielos (Luc.
10:17-20).
CÓMO SE SABE
QUE HEMOS PASADO DE MUERTE A VIDA
«Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a
vida, en que amamos a los hermanos.
El que no ama a su hermano, permanece en muerte» 1° Juan 3:14.
En cuanto a saber si hemos pasado de muerte a vida, es un
conocimiento de carácter personal. No dice “por sus frutos los conoceréis”,
como cuando se refiere a otra enseñanza, sino que dice en plural “nosotros sabemos
que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos” de lo cual
podemos aplicar en caso singular “sé que he pasado de muerte a
vida, en que amo a mi hermano”. Cuando percibimos con nuestros
sentidos este amor de uno por otro, este amor puede ser verdadero o fingido.
Solo Dios y uno mismo sabe si en el corazón de uno hay amor fraternal no
fingido, entrañable, de corazón puro (1° Pedro 1:22). Profetizar en el nombre
del Señor, echar fuera demonios y hacer muchos milagros en su nombre no son
demostración de haber pasado de muerte a vida; si no hace la voluntad del Padre
no entrará en el reino de los cielos (Mat. 7:21-22).
QUÉ ES HACER LA VOLUNTAD
DE DIOS
El deseo de hacer y el hacer concreto dependen de la
voluntad de Dios, como está escrito: «porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad» Efe. 6:6. ¿Hacer esos dos
actos (querer y hacer) es hacer la voluntad de Dios? No, como tampoco consiste
en guardar el sábado ni los Mandamientos (hablo como si alguien lleno del
Espíritu Santo pudiera guardarlos). Pero entonces por qué el apóstol Pablo
escribió: «pues la voluntad de Dios es vuestra santificación… pues no nos ha
llamado Dios a inmundicia, sino a santificación» 1° Tes. 4:3,7, de lo cual
también escribió el apóstol Pedro «Porque esta es la voluntad de Dios: que
haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos» 1° Pedro
2:15. El mismo apóstol Pablo nos explicó que nuestra santificación NO ES la
vida nuestra que está dentro de nuestro cuerpo sino que nuestra santificación ES
nuestro Señor Jesucristo (1° Cor. 1:30), nuestra vida está escondida
con Cristo en Dios: Cristo es nuestra vida (Col. 3:3,4).
Análisis desde la
lógica humana
Sobre la base de un texto bíblico se aplicará lógica formal.
- Texto bíblico: «Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños» Mat. 18:14.
- Proposiciones de identidad y negación: A = A y -A = -A
- NO (voluntad de Dios) = (que se pierda uno de estos pequeños)
- Voluntad de Dios = NO (que se pierda uno de estos pequeños)
En lenguaje estándar: la voluntad de Dios es que NO se pierda
uno de estos pequeños. Mat. 18:14 y Juan 6:39 dicen lo mismo.
¿Pero cuál es la voluntad de Dios según la Biblia?
«Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad,
sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me
envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en
el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél
que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero» Juan 6:38-40.
ORACIÓN
«Enséñame a hacer tu
voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud»
Salmos 143:10.