Enfermedad silenciosa: la mayoría de los infectados no lo sabe
28/07/11 - 09:20
Se trata de una enfermedad silenciosa que provoca un millón de muertes al año. Alertan sobre la necesidad de prevención y detección temprana.
PorFLORENCIA CUNZOLO
En Twitter: @florcunzolo
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Una de cada tres personas en el mundo estuvo infectada alguna vez con el virus de la hepatitis y actualmente hay 520 millones portadores crónicos. La cifra es de por sí alarmante, pero más lo es el hecho de que la mayoría de los infectados ignora su condición. Para concientizar sobre la necesidad de la prevención y la detección temprana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora hoy por primera vez el día mundial de la enfermedad.
La hepatitis se convirtió en una de las enfermedades infecciosas más frecuentes, al punto que, según datos de la OMS, provoca un millón de muertes al año. Se trata de una enfermedad silenciosa, a menudo asintomática, lo que aumenta la transmisión de unos a otros y, a falta de un diagnóstico a tiempo, a largo plazo entre un 20 y 30% de los casos derivan en cirrosis o cáncer de hígado. “El virus de la hepatitis C es tan silente, tan traicionero, que la mayor parte lo desconoce y es realmente una amenaza”, señaló a Clarín.com Fernando Bessone, médico hepatólogo y presidente de la Asociación Argentina de las enfermedades del Hígado (A.A.E.E.H), quien indicó que un paciente puede pasar hasta 30 años sin saber que está infectado.
La enfermedad es principalmente causada por los virus A, B y C. La diferencia entre ellos radica en la forma de transmisión y en la evolución. La hepatitis A (VHA) es la menos riesgosa (ya casi no se registran casos fulminantes) y se transmite a través del agua o alimentos contaminados, o de persona a persona. Desde 2005 la vacuna contra la enfermedad está incluida en el calendario nacional, lo que disminuyó un 95% el número de casos, según un informe del Ministerio de Salud.La hepatitis se convirtió en una de las enfermedades infecciosas más frecuentes, al punto que, según datos de la OMS, provoca un millón de muertes al año. Se trata de una enfermedad silenciosa, a menudo asintomática, lo que aumenta la transmisión de unos a otros y, a falta de un diagnóstico a tiempo, a largo plazo entre un 20 y 30% de los casos derivan en cirrosis o cáncer de hígado. “El virus de la hepatitis C es tan silente, tan traicionero, que la mayor parte lo desconoce y es realmente una amenaza”, señaló a Clarín.com Fernando Bessone, médico hepatólogo y presidente de la Asociación Argentina de las enfermedades del Hígado (A.A.E.E.H), quien indicó que un paciente puede pasar hasta 30 años sin saber que está infectado.
Las hepatitis B (VHB) y C (VHC) se transmiten por vía sanguínea y la B también por contagio sexual. Más de 520 millones de personas padecen una infección crónica por VHB o VHC y juntas son la causa principal del 78 por ciento de los casos de cáncer de hígado a nivel mundial. “Esta es una enfermedad crónica en todo el mundo, pero desafortunadamente hay muy poca conciencia, incluso entre los que formulan políticas sanitarias, de su extensión”, señaló el especialista en hepatitis de la OMS, Steven Wiersma, en una conferencia realizada en Ginebra esta semana.
“Hoy disponemos de vacunas seguras y gratuitas para la inmunización contra los virus A y B. Es importante garantizar el acceso de la población a esta herramienta de prevención, así como a los test de detección y al tratamiento, en caso de que la persona estuviera infectada”, enfatizó Bessone.
Al respecto, el hepatólogo puso el acento en la necesidad de exigir la vacunación contra la hepatitis B en la preadolescencia, antes del inicio de la actividad sexual, ya que el virus es altamente contaminante (hasta 50% más que el VIH) y un elevado número de contagios se da entre personas que desconocen que están infectadas y mantienen relaciones sin protección.
En el caso del virus C, la única forma de combatirlo es la prevención y la toma de precauciones a la hora de enfrentar situaciones de riesgo como transfusiones, intervenciones odontológicas o todas aquellas en las que pueda haber contacto con fluidos infectados.
Si bien no hay vacunas para prevenir la VHC, existe un tratamiento que suele ser altamente efectivo. “Hoy en día el éxito terapéutico en la hepatitis C está vecino al 80%. La FDA en EE.UU. acaba de aprobar dos drogas nuevas que a corto plazo van a estar en la Argentina. Yo creo que es una enfermedad con tendencia a curarse en un 100% de los casos en los próximos años”, estimó el presidente de la A.A.E.E.H.
En el caso del virus C, la única forma de combatirlo es la prevención y la toma de precauciones a la hora de enfrentar situaciones de riesgo como transfusiones, intervenciones odontológicas o todas aquellas en las que pueda haber contacto con fluidos infectados.
Si bien no hay vacunas para prevenir la VHC, existe un tratamiento que suele ser altamente efectivo. “Hoy en día el éxito terapéutico en la hepatitis C está vecino al 80%. La FDA en EE.UU. acaba de aprobar dos drogas nuevas que a corto plazo van a estar en la Argentina. Yo creo que es una enfermedad con tendencia a curarse en un 100% de los casos en los próximos años”, estimó el presidente de la A.A.E.E.H.
La garantía del éxito, advirtió, está en la “detección de la infección en una fase temprana, sino estamos muy lejos de implementar cualquier terapéutica”. Con un simple chequeo de sangre uno puede saber si está infectado y si necesita tratamiento, sobre todo quienes integran los grupos de riesgo. “Toda la gente que se transfundió antes de 1992, que es cuando apareció el dosaje de anticuerpos en banco de sangre, tiene un tremendo riesgo de poder estar contaminada y no debe dejar de irse a hacer un chequeo, porque después aparecen las sorpresas”. (Ver Principales grupos en riesgo)
La elección del 28 de julio para conmemorar el Día Mundial contra la Hepatitis no es casual: es el día en que nació el Nobel de Medicina Baruch Blumberg, que descubrió el virus que causaba la hepatitis B. La OMS apuesta a que sirva para concientizar a la población apoyándose en dos pilares: la prevención y un diagnóstico temprano. “Es muy importante tener en cuenta que se pueden evitar consecuencias mayores con un simple análisis de sangre que detecte la hepatitis a tiempo”, insistió Bessone.
La elección del 28 de julio para conmemorar el Día Mundial contra la Hepatitis no es casual: es el día en que nació el Nobel de Medicina Baruch Blumberg, que descubrió el virus que causaba la hepatitis B. La OMS apuesta a que sirva para concientizar a la población apoyándose en dos pilares: la prevención y un diagnóstico temprano. “Es muy importante tener en cuenta que se pueden evitar consecuencias mayores con un simple análisis de sangre que detecte la hepatitis a tiempo”, insistió Bessone.
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