martes, 3 de mayo de 2011

Operativo y muerte de Bin Laden, ¿fue legal?

¿Fue legal el operativo contra Bin Laden en Pakistán?
Abraham Zamorano
BBC Mundo
Martes, 3 de mayo de 2011

El equipo de seguridad nacional de Obama siguió la
operación en directo desde la Casa Blanca.
Cuando el presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció al mundo que militares de su país habían matado a Osama bin Laden en Pakistán, fue tajante: "se ha hecho justicia".

Ahora bien, lo justo y lo legal no son necesariamente lo mismo, y más allá de las culpas que pudiera cargar Bin Laden, una pregunta que dejó en el aire Obama es si lo que calificó de "operación de precisión quirúrgica" fue además completamente legal, al menos, según el derecho estadounidense.




Los expertos consultados por BBC Mundo apuntan a dos normas básicas en torno a las que hay que discutir la legalidad o no de la acción: la "Autorización para el uso de la fuerza militar" y la "Resolución de poderes de guerra".


La primera fue emitida tras los atentados del 11 de septiembre por el Senado y el Congreso para autorizar al presidente a emplear toda la fuerza necesaria contra quienes "considere que de forma determinante" son responsables del ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Esa autorización está supeditada a la segunda norma apuntada por los expertos, la "Resolución de poderes de guerra", ley federal de 1973 que exige que el inicio de hostilidades sea consultado al Congreso y además expresamente autorizado si es que dura más de dos meses.

Con esas dos normas como marco inicial básico, los expertos coinciden en que la clave de la legalidad de la acción contra Bin Laden acaba siendo reconducida al debate de si la operación se trató de un genuino acto de guerra.

"El presidente no puede ordenar una muerte a no ser que el país esté en guerra", le dijo a BBC Mundo Eric Freedman, experto constitucionalista de la Universidad Hofstra de Nueva York.
¿Guerra sin Estado?

Que sea acto de guerra o no es una circunstancia jurídicamente clave porque un combatiente armado en el marco de una guerra puede ser legalmente abatido. No así el sospechoso o condenado por crimen, que debe ser llevado ante la justicia.

Los que defienden que no se trató de un acto de guerra apuntan a que no es posible emprenderla contra una entidad que no es un Estado.

"Una guerra sólo puede existir contra una nación, actual o potencial, para que pueda terminar con un tratado. La razón es mantener las guerras como una rareza que puede tener un claro punto final", opina el profesor Freedman, experto en la situación legal de la prisión de la base militar de Guantánamo.

"El presidente Obama actuó de forma inconstitucional. No es suficiente, como dijo, que Bin Laden dijera que estaba en guerra con Estados Unidos", concluye el experto.

Al contrario, otros de los analistas de relaciones internacionales consultados discrepan al apuntar que se trató de un legítimo acto de guerra y que Obama actuó amparado por la "Autorización para el uso de la fuerza militar" emitida contra todos los implicados en el 11-S.

De hecho, quienes se inclinan por considerar la acción legal resaltaron que lo fue porque los comandos que ejecutaron la operación contemplaban la opción de permitir que los islamistas se rindieran.

Probablemente no fue casualidad que, ya en su primera declaración, Obama autorizó la operación para "capturar a Osama bin Laden y llevarlo a la justicia".

Pero el relato oficial de los hechos acusa a quienes estaban junto a él y al propio Bin Laden de responder con disparos a la presencia de los estadounidenses. E incluso, al líder de al-Qaeda de usar a una de sus cuatro esposas como escudo humano.


Factor Pakistán
Otra de las cuestiones que suscita dudas desde un punto de vista estrictamente jurídico es si los estadounidenses están en su derecho de ejecutar una acción así en un territorio ajeno.

Los expertos con los que habló BBC Mundo coinciden en que una operación de esta naturaleza debe contar con el permiso de las autoridades locales: lo que no está claro es si se dio o si se puede entender implícito en el hecho de que Islamabad sabía que EE.UU. llevaba años buscando a Bin Laden en su territorio.

Otro elemento es si EE.UU. podía confiar en Pakistán para una acción de este calibre. Islamabad niega constantemente las acusaciones de que tenga lazos con el islamismo, pero la relación de la CIA con sus servicios de inteligencia (ISI, por sus siglas en inglés) es de conocimiento público que no son precisamente de confianza.

Como se pregunta John Ware, corresponsal de la BBC, cómo pudo construirse un complejo tan fortificado sin que despertara sospechas entre las fuerzas de seguridad locales.

Léalo en BBC Mundo


Al respecto, Deutsche Welle lo plantea en los siguientes términos:
Bin Laden: ¿Eliminación legal o asesinato?

Cubierta de la revista Time:
lista de criminales buscados...
y encontrados.
Tras el día de júbilo en Estados Unidos y las parcas reacciones en Europa por la muerte de Bin Laden, hay cada vez más voces que piden un esclarecimiento de los hechos a la luz del derecho internacional.

¿Tenían derecho los Estados Unidos para dispararle al jefe del grupo terrorista de Al Qaeda? Esta es la pregunta que, entre tanto, se hacen cada vez más ciudadanos en Alemania. “Depende!”, responde a la interrogante Hans-Christan Ströbele, parlamentario de Los Verdes en el Bundestag alemán.

“Si fue una acción que sólo tenía como objetivo matar a Osama Bin Laden, entonces estaríamos ante una ejecución extrajudicial”, dice el político alemán a la emisora de radio Deutschlandfunk. “Una ejecución no está amparada ni por la Constitución alemana, ni por el Derecho Internacional”, acota Ströbele. 

Si las autoridades de Estados Unidos empero, logran demostrar que se trató de una situación extraordinaria en la que Osama opuso resistencia a una captura y atacó, o intentó hacerlo, a quienes pretendían aprehenderlo, las cosas se pueden ver de otra manera. “Para estos casos hay una resolución de Naciones Unidas”, recuerda el político verde, elegido al parlamento por los habitantes del populoso barrio berlinés de Kreuzberg, en su mayoría inmigrantes de confesión musulmana. 

Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2011, Naciones Unidas aprobó una resolución que pide a todos los pueblos hacer justicia. “Esto quiere decir, en primer lugar, capturar a los responsables y llevarlos ante un juez”, dice Ströbele, quien hubiera preferido esta opción: “En un proceso jurídico contra Bin Laden se hubiera podido averiguar más sobre las razones de sus actos y el papel de Al Qaeda”.

Pérdida de credibilidad
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado que justamente eso fue lo que las autoridades intentaron hacer, pero no fue posible.

Si bien es cierto que Bin Laden tenía derechos, como cualquier otro individuo ¿tienen los Estados también derechos? La pregunta la hace Deutschlanfunk. Ströbele, el abogado, responde: “Desde luego. Así como un individuo tiene derecho a defenderse, también un Estado lo puede hacer”. Pero, según Ströbele, Bin Laden ya no ejercía ningún papel activo en el terrorismo. 

En el caso de Gernot Erler, subjefe de la bancada socialdemócrata en el Parlamento alemán, la situación no es muy diferente. Aunque el político alemán comprende que los estadounidenses fueron heridos por la organización terrorista de Bin Laden, las circunstancias jurídicas de la muerte de Bin Laden le deparan “un sentimiento molesto”.

¿Liquidó Estados Unidos al terrorista número uno?
“Si así fue o no, no lo sabemos aún”, dice igualmente a Deutschlandfunk Erler, quien se puede imaginar que “ni Bin Laden hubiera querido caer en las manos de Estados Unidos como prisionero, ni Washington querría tener en una cárcel al mayor símbolo del terrorismo global”. 

No tomar prisionero a una figura como Bin Laden libra a un Estado de dificultades insospechadas: una campaña de atentados terroristas con el fin de presionar una liberación; intentos violentos de rescate o, menos grave pero más efectivo, una campaña publicitaria de desprestigio en el mundo árabe que puede aumentar el número de aprendices de terrorista.

Los alemanes, en conclusión, comprenden la difícil situación de seguridad de Estados Unidos, aunque no comparten sus métodos. ¿Pero que pasaría si el ejército alemán estacionado en Afganistán tuviera que actuar en un caso similar? Erler concluye que “existe el marco jurídico internacional en el caso de que las fuerzas alemanas tuvieran que liberar a un secuestrado o evitar un atentado terrorista”.

Autor: José Ospina-Valencia
Editora: Emilia Rojas

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