Ricardo Marín
Pregonero de Justicia, en español Present Truth, en inglés |
Conocí a Ricardo Marín en 1983 cuando visitó Perú: lucía delgado, era alto, atento cuando escuchaba, concentrado al hablar. Su tema fue impresionantemente simple, desde el punto de vista de la erudición evangélica que supuestamente escucharía, además de muy breve.
Esa vez contó que Cristo “ningún mal hizo”, en cambio, los malhechores, como dijo uno de quienes compartía el mismo infortunio, “recibimos lo que merecieron nuestros hechos”; uno se arrepintió, el otro no.
Cristo llegó a la cruz sin que ninguno de los malhechodres se lo pidiera. Así, igual es para todo el mundo: él llega a la cruz sin que ninguno de nosotros se lo haya pedido. “Él nos amó primero”. Luego de conocer al Salvador, algunos personas se arrepienten, el resto no. Igual nosotros: todos somos uno u otro.
Como los malhechores, tampoco nosotros podemos hacer nada para salvarnos, sino sólo pedir: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”. Aún en el caso pudiéramos hacer algo por nuestra salvación, no podemos librarnos de la cruz, estamos completamente atrapados.
¿Por qué es tan difícil entender que no podemos aportar nada para salvarnos? La obra que nos salva es la obra que Cristo hace: Vivió una vida de obediencia por nosotros, y murió por nosotros.
Así conocí a Ricardo Marín en persona, entonces editor asociado de Pregonero de Justicia, quien también nos acercó a Robert D. Brinsmead, editor de Llamado al Santuario y a Geoffrey J. Paxton, autor de El Zarandeo del Adventismo, entre otros del Foro Australiano. Entonces comenzé a entender la Biblia, y a fijar la mirada en la cruz del Calvario y en el cielo a donde fue a preparar nuestra morada eterna.
Quienes deseen contactar a Ricardo Marín, estas son sus coordenadas:
- Dirección postal: P.O. Box 700, Fallbrook 92088, CA, USA
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- Teléfono: (760)742-3455